Este cuento se desenvuelve en un ambiente campirano, probablemente en California, de dónde era nativo John Steinbeck. La descripción del paisaje no es abundante en detalle, pero lo necesariamente concisa como para imaginar la escena.
El propósito de la historia es mantener el anonimato mientras se describe la forma de vida de los campesinos, una cosmovisión con la que uno puede identificarse. Con personajes a los que no se les da nombre, el lector puede subsumirse y ser uno de ellos, de esa manera experimentar la complejidad de la vida en sus eventos más ordinarios.
La narrativa versa sobre las cosas simples de la vida, como el desayunar y conocer personas; mientras se disfruta del trayecto, del paisaje, la vista, la comida, la compañía e, inclusive, de las dificultades.
Steinbeck nos muestra que las vivencias ordinarias pueden traerle al alma humana una gran dicha. La satisfacción que se tiene al comer y sociabilizar; la sensación de gratitud al contemplar la belleza en la naturaleza.
Desayuno al aire libre es una obra interesante y atractiva. Su simplicidad es el elemento primordial. Resulta verdaderamente fascinante de leer; ya que el autor logra transmitir de manera sencilla y casual la complejidad inherente a la existencia. Sin embargo, este pequeño cuento es más que puro entretenimiento, guarda lecciones por aprender.
Es una lectura agradable que bien recomiendo a cualquiera que deba recordar que la vida está formada por eventos pequeños y, quizá, triviales.
Leave a Reply